Angelo Pierattiini y las Calaveras Errantes : Vol. 1 (reseña)

 
Hablar de Angelo Pierattinni sin referirse a Weichafe es un ejercicio complicado. El ex-frontman, guitarra y voz en la extinta banda, era una especie de “Beatle huérfano” en la composición de los temas durante los 11 años que estuvo junto a Marcelo y Mauricio. Puede que esto suene injusto para los demás componentes de la banda, pero no es aquella mi intención, es ampliamente reconocido que los tres formaban una banda muy potente y solida que detonaba en cada una de sus presentaciones.
Pero todos sabíamos que detrás de grandes canciones como ‘Tiempos Negros’, ‘Silencio’, ‘Las cosas simples’, ‘Suerte’ estaba la magistral composición de Pierattini y eso queda reafirmado en su primer disco solista titulado ‘Vol. 1’.
Este trabajo, en conjunto con Las Calaveras Errantes pertenece a una clase de discos bastante escasos en estos tiempos: los discos eternos, discos que parecen ser simples en una primera impresión pero que en cada ‘oída’ se van revelando nuevos detalles que lo hacen al poco tiempo de obtenerlo, convertirse en un imperdible y adictivo placer musical.
El disco arranca con ‘Tantas Melodías’ un tema movido y muy electrónico, parte de la constante búsqueda que ya se notaba en el ultimo disco de Weichafe, ‘Harto de Todo’. El titulo hace referencia principalmente a la inspiración, con letras dirigidas a modo de dedicatoria por el esfuerzo que supone el logro de un primer disco con un nuevo proyecto.
Luego viene ‘Patria Malquerida’ que parte con un juguetón punteo en guitarra y cuenta la singular historia de un perro que soñaba con volar, metáfora de una sucesión de frustraciones propias de un marcado destino “los sueños son pa’ gente normal, no pal que nace esclavo” canta en una de sus frases más reveladoras.
El tercer tema es ‘Angel del Tambor’ el primer single, lógicamente es una canción con un formato bastante tradicional que continua con la línea de contar historias simples, que permiten múltiples interpretaciones gracias a un uso del lenguaje bastante notable. La guitarra se toma el final de la canción que esta decorada con un suave beat electrónico.
’Dedo Acusador’ es una especie de declaración de principios, otro matiz dentro del disco donde Pierattini lanza frases tales como ‘aunque muchos me acusen de ser carerraja y cabron, digo presente y sonrío’ en un claro desprecio a los encasillamientos y a las posturas contrarias a su crecimiento musical luego del alejamiento del power trío.
El quinto tema, llamado ‘Y si acaso existiese un parque oscuro donde los muertos se carguen de invisibilidad’ es una gran balada con un coro muy pegajoso y donde se empieza a notar un tono bohemio del disco, casi trasnochado, como la portada del disco.
’Quema y Sana’ donde la guitarra se acompaña de un piano y un contrabajo para sumergirnos en un bar porteño, en otro relato personal, con letras y voces desgarradas ‘abracé en silencio toda mi fe, tengo miedo de morir tan solo’.

‘Espía Azul’ parte nuevamente con un juego electrónico, con detalles de Radiohead quizás, en aquella experimentación con tintes melancólicos ‘ven y muéstrame donde esta el amor que ayer me sorprendió’.  Le sigue ‘Pegado al Televisor’ nostálgica y posesiva.
Uno de los que podrían catalogarse de himnos de este disco es ‘Alma deja llevarte hasta el sol’ con una musicalización cuidadamente retro, casi a lo Angeles Negros pero muy coherente con el resto del disco.
El decimo tema es ‘Palabras Rotas’ que retoma un ritmo mas despierto con guitarras y un violín llevando la melodía turnándose con el piano. Continua ‘Mi placer esta condenado’ con otro guiño a Radiohead, (‘Idioteque’) con la voz de Pierattini semi-distorsionada y haciendo segundas voces ‘invento mil cosas para hacer, si me quedo quieto me moriré, el ocio es un arma y esta en mi sien, busco las pastillas me vienen bien’.
’Tontos Bichos de Hoy’ sigue la línea de ‘Dedo Acusador’ con letras más directas, y mostrando sentimientos hacia el medio, poniendo las cosas en su lugar contra las falsedades y las personas que de pronto, en la historia de cada uno se vuelven innecesarios.

‘no quiero mas a esta gente, los voy a enterrar y a olvidar
me quedare con los puros, donde no hay falsas pasiones,
harto de ondas y clones, deje todo atrás, oh si
tontos bichos de hoy, ni pena me dan
no me van a atrapar, me di cuenta ya
solo estoy mejor, prefiero soñar
sigo buscando ese amor, no voy a parar’

Deja claro muchos de los motivos que lo llevan a tomar las decisiones que ha tomado y que todos tomamos, en un mundo donde como dice el cliché ‘vemos caras no corazones’ y donde la honestidad parece haber pasado de moda.
Esta canción le da paso a una sorprendente ‘Desdeñoso’, que parte a capela diciendo :

Aunque mi vida este de sombras llena
no necesito amar, no necesito
yo comprendo que amar es una pena
y una pena de amor es infinita
No necesito amar, tengo vergüenza
de volver a querer lo que he querido
toda repetición es una ofensa
y toda supresión es un olvido.

Desdeñoso, semejante a los dioses
yo seguiré luchando por mi suerte
sin escuchar las espantadas voces
de los envenenados por la muerte
no necesito amar.

Luego entra la música, con un tono también porteño, casi de bolero,  repitiendo aquellas frases desgarradoramente honestas, que son seguidas de un final aun mas arisco:

Absurdo fuera, repetir el sermón de la montaña
yo he de llevar hasta que muera
todo el odio inmortal
todo el odio inmortal que me acompaña

todo el odio inmortal que me acompaña
todo el odio inmortal que me acompaña

Es un pedazo de canción, sorprendente por la honestidad de despojarse de los instrumentos para declarar en un tono suave pero firme el odio que dejo la pena de amor, sin esperanza alguna mas que no volver a amar para no volver a perder.
Luego de tan brutal golpe, nos entrega un bálsamo instrumental con ‘En Medio del Mar’, para despejarnos de la amargura del tema anterior, poniendo un vacio lirico luego de semejante relato.
El final viene con ‘Voces por Sobre Las Nubes Blancas’, que sigue el proceso de sanación del tema anterior, aquel normal luego de perder tanto, pero en un tono más sereno pero no menos herido.

El final es notable con las ultimas cuatro canciones, dentro de un disco que mantiene un ritmo parejo y va sorprendiendo en cada composición por la variedad y la coherencia que existe en el, que puede ser tomado quizás, dentro de una línea temporal como el paso lógico luego de Weichafe, manteniendo aquella simpleza musical aparente, agregándole mucha riqueza experimental y confirmando a Pierattini como un gran letrista y un cantante que puede no sea el mejor, pero que sabe aprovechar sus recursos al máximo, vaya que si.
Personalmente el disco lo descubrí hace poco tiempo, y es sin duda uno de los mejores del 2008, actualmente Angelo y las calaveras se encuentran difundiéndolo y estrenando nuevos temas de lo que será su próximo disco.
Pueden ver una entrevista en esta pagina y para conseguirlo pueden comprarlo en la tienda de suena.cl o escucharlo en el myspace oficial de la banda.

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