Esto no se trata de sólo rock…

A propósito de un articulo publicado el jueves pasado en grita.cl, acerca de la muy probable visita de Metallica a Chile es que quiero sumarme a esos dichos y colaborar desde esta tribuna para crear conciencia, considerar un par de conceptos, o simplemente para dar mi punto de vista.

(@alforock flickr)

Primero un punto aparte, el titulo de dicha columna reza “Metallica Si,  Club Hipico No”. Lamentablemente este es un punto en el cual cualquier influencia que podamos ejercer seria infructuosa, dada la planificación de la ‘gira sudamericana’ con tales equipos y tales escenarios que ya es sabido es requisito de la banda para visitarnos. Por mi que lo hicieran 3 noches en el Arena Santiago, con escenario al centro y entrada general. Pero no lo veo probable que así ocurra.

Como se veria el Arena Santiago asi? (vía @facebook-metallica) 

Lo que si puede ocurrir es algo más ‘socialmente ambicioso’ relacionado con el precio de las entradas y los factores ambienta;es y sociales que se relacionan con el accionar abusivo de las productoras. Esto puede servir como base, para colaborar con ciertas campañas, algo tímidas hasta ahora (como boicoticket) que en algún instante alerten acerca del sentir de muchos. No sería mala idea tampoco organizarse en serio y buscar apoyo en Radio Futuro, como paso con AC/DC. Si bien es arriesgado que un medio se lance contra una productora, es el fervor popular el que puede remecer este negocio y hacerlo un poco mas sensato. Pero primero volvamos a la idea y veamos un poco porque se produce esta situación.

Hecho #1 : La sobrevaloración de los artistas
Para nadie es un misterio como se maneja el mercado, como nos pueden llenar de carteles las calles, repetirnos las canciones en las radios e inventarnos que un artista es tan grande como Elvis (o Jesús) para que paguemos lo que a ellos se les ocurra. Si pudiéramos tener algún parámetro de comparación objetivo en un concepto tan subjetivo como el gusto seria ideal, pero de pronto me parece desconsiderado pretender cobrar los mismos valores o más altos por grupos que están recién comenzando (como Muse) a algunos que son iconos clásicos como Radiohead, por poner un caso. O comparando la misma banda y su plausible e interminable capacidad de componer y reinventarse en cada disco, con un banda que se junta solo para hacer giras sin componer siquiera un tema, como los ‘beatificados’ Faith No More.
No desconozco los meritos de las bandas nombradas y su aporte musical, el punto es que uno no pagaría por ejemplo $1000 pesos por pan fresco y $1200 por pan añejo. Es ilógico.

Radiohead en Chile (@google imagenes)

En el caso de Metallica, suponemos, siendo la banda más grande del metal del planeta, habiendo sacado un disco que los hizo recuperar fans luego de más de 15 años y con un show de putamadre, se puede esperar que lo precios comiencen sobre los 40 mil pesos y quizas a que distancia.
Parte de esto se dio, en un principio en los grandes eventos (U2, Madonna), luego se paso a los artistas latinos (Luis Miguel, Bosé) y en algún punto se llevo a los conciertos de rock, con ejemplos tan extremos como los de Coldplay.

Hecho #2: El arribismo del ‘fan’
Esto es determinante. Es el factor con que los organizadores juegan a la hora de fijar un valor. Existe dentro de las tribus urbanas, desde antes que se les llamara así, el rockero. El rockero, en tiempos noventeros, era el estereotipo del joven chascón, pelo largo, chaqueta de mezclilla (cuero los más pudientes) y el personal stereo a todo volumen. Una figura muy basica en sus inicios, que producto de la masificación de los medios se fue especializando y diversificando, agregándose a los trashers, punks, metaleros y rockeros otros conceptos como los indie, los emo, aggrometal, alternativos, etc. La masificación de los medios, anteriormente alternativos fue creando entonces otro tipo de segregación en cuanto al poder adquisitivo de cada tipo de fan, existiendo entonces: el fan que lo escucha por la radio; el que tiene todos los mp3; el que compra 1 disco cada 6 meses; el que compra 6 discos al mes; el coleccionista de vinilos y ediciones de lujo y el que va a ver los conciertos a Europa. Esto no es algo nuevo ni inventado sino que viene a ser una extrapolación de las condiciones sociales imperantes en el país, la segregación, la brecha social y la desigualdad. Entonces no debería extrañarnos que el mercado, en un régimen capitalista, reaccione ante esto y acomode sus ganancias de acuerdo a la diversificación de los ‘consumidores’ de música. Esta diversificación genero una serie de castas de fans que sumado al concepto anterior derivo en la sectorización de las productoras en las ubicaciones de los conciertos, asumiendo que cada tipo de fan podría costear tal tipo de entrada y el mercado sonreiría entonces con sus bolsillos llenos y los fanáticos podrían compartir esa alegría por la hora y media que dura el show.

Metallica, DVD Nimes : edicion de lujo (@google imagenes)

No deja de ser paradójico el concepto de que los rockeros se dejen llevar por el mercado, entendiendo el origen de este estilo musical y el poder político que alcanzo en su mejor momento en los 60, específicamente en 1969, año de Woodstock y año maravillosamente prolífico en cuanto a grandes discos de la historia. Desconocer esto y dejarse llevar por las garras del mercado es entonces no entender realmente el concepto y dejarse llevar por modas, como dice BRMC “Without passion, you’re a fashion” (Sin pasión, eres una moda)

Hecho #3: El factor social
Esto es Chile. Un país subdesarrollado, con pretensiones de ser la niña linda del baile sudamericano, pero al fin y al cabo un país con muchos problemas que resolver. Podríamos nombrar, observando un poco las noticias (CNNChile, no LUN) por lo menos 10 gravísimos sin repetir ni equivocarnos.

Entonces, como es posible, me pregunto, que una entrada a un espectáculo pueda ser equivalente a 1 sueldo mínimo, o a la mitad, o a un tercio, o a un cuarto donde ya me parece exagerado. Y como hay gente que pueda pagarlo? Ahí entonces entra el tema de la desigualdad, el endeudamiento y la publicidad….

“La culpa es de la publicidad,
hace que quieras siempre más y más,
la plata no te alcanza, la vida es tan cara
y tu también quieres gozar”
(Fiskales Ad-Hok)

… Si no se genera esta conciencia social desde cosas que pueden parecer tan mínimas y que son vistas siempre desde un punto de vista egoísta, como un concierto, entonces no podemos pretender que una campaña política este a la altura de lo que el país demanda, que un candidato proponga ideas en su discurso, o por ultimo darnos el lujo de votar nulo. Solo estamos fomentando, a través de nuestro fanatismo ignorante y desproporcionado que las cosas sigan igual.

No pues, esto no se trata de solo rock, sino como este puede ser la banda sonora de una vida que soñamos.

Articulos Relacionados